Como miembros de LASA e integrantes de las secciones, deseamos expresar nuestra profunda preocupación por la falta de transparencia y la ausencia de consulta con la membresía en las medidas que adopta la Asociación. El ejemplo más reciente de este fenómeno se manifestó en la respuesta poco solidaria frente a la crisis que padecemos todos debido al Covid-19. Lo que apreciamos desde nuestras posiciones de meros espectadores fue la preocupación económica por encima de las vidas y la salubridad de los miembros de la organización y las comunidades aledañas al congreso.

Sin que mediaran disculpas por el retraso en el envío de información y sin mostrar mayor solidaridad por los efectos de la pandemia, las comunicaciones institucionales enfatizaron el bienestar financiero de la Asociación. La decisión unilateral de realizar el congreso de manera virtual excluyó a un gran número de miembros que tienen acceso limitado a internet o están supeditados a condiciones precarias. Además no tomó en cuenta las diferencias de zonas horarias ni tampoco la situación de muchos investigadores que ahora se encuentran en casa equilibrando su investigación y otras obligaciones profesionales con el cuidado de niños y mayores. Lamentablemente, LASA no consultó el curso de acción con sus secciones e incluso amenazó con eliminar aquellas secciones que no llevaran a cabo sus business meetings online. Es un momento muy difícil y hubiera sido ideal que el liderazgo de una Asociación a la que todos apreciamos hubiera mostrado empatía, flexibilidad, ética y transparencia. Lamentablemente, esto no sucedió y nos encontramos en la difícil situación de reclamar un cambio profundo para que LASA sea efectivamente una asociación cuyos ideales conecten a América Latina, especialmente en momentos críticos como éste.

Somos conscientes de que estos problemas trascienden la crisis actual y al periodo limitado de cada presidencia. Si bien expresamos nuestro apoyo a la Presidenta Mara Viveros-Vigoya y colegas que, tal como ella, intentan hacer de nuestra Asociación un espacio más democrático, consideramos que la ausencia de consulta y la falta de transparencia parecen ser problemas arraigados en una Asociación que ha crecido de manera extraordinaria durante la última década. Las formas de gestionar el poder que funcionaban en una asociación pequeña lucen hoy jerárquicas y excluyentes. LASA logró que más de la mitad de sus miembros provengan de América Latina y debe demostrar que tiene consciencia que las condiciones laborales y de vida no son iguales en el Norte y en el Sur.  Por esta razón nos permitimos llamar la atención sobre lo que consideramos problemas estructurales de LASA para su revisión y modificación donde se considere necesario:
 
1. Centralización de decisiones y ausencia de procesos participativos: La membresía tiene poca participación e información para incidir en la toma de decisiones en asuntos claves como la formación de los tracks para cada congreso, las nominaciones para los comités y la asignación de becas, financiamientos y las lenguas oficiales del congreso. Las secciones, que son los únicos órganos de base de LASA que permanecen en funcionamiento entre los congresos, son ocasionalmente consultadas pero no tienen espacios de participación regular en las decisiones de la Asociación. El Consejo Ejecutivo, que realiza un esfuerzo para representar a toda la membresía, se reúne apenas una o dos veces al año y en general carece de información detallada.

2. Falta de transparencia en la gestión de recursos económicos: El costo de los congresos resulta muy alto en comparación con otras asociaciones. Los informes financieros de LASA no se publican desde hace varios años. Sobre la empresa Maestro Meetings no sabemos cómo opera, cuál es su rentabilidad y cómo se reinvierten esos recursos. Finalmente, los criterios para realizar compras y contrataciones en LASA resultan poco claros.

3. Comunicaciones con las secciones: Algunos presidentes de las secciones se han sentido ignorados por el trato de la dirección de LASA, especialmente con respecto a las nuevas obligaciones impuestas por el congreso virtual. Ante la inflexibilidad de la Asociación por acomodar la pluralidad de experiencias que ahora rigen las vidas de los miembros de LASA, los presidentes de las secciones tenemos muy pocas posibilidades de dialogar con la Dirección y  el Consejo Ejecutivos. Estas prácticas contradicen los principios de respeto y equidad de la Asociación.

Por todo esto, desde la membresía y las diferentes secciones que conforman la comunidad de LASA solicitamos:
 
- Revisión de los estatutos (by-laws) para dotar a la asociación de una estructura más participativa y descentralizada, así como para reforzar la misión de LASA de "promover los intereses de su membresía diversa e incentivar el compromiso cívico a través de la construcción de redes y del debate público".
- Reducción de los costos de los congresos, en línea con otras asociaciones.
- Con el espíritu de restablecer la transparencia entre la administración de la asociación y sus miembros, se solicita una revisión y auditoría de la gestión financiera de los últimos 5 años. Observamos que en la página web no están publicados los informes anuales de LASA desde 2015 ( https://lasaweb.org/en/lasa-reports/ ).  
- Admisión de los informes de las secciones por correo electrónico, en caso de que no sea posible realizar los  Business Meetings de manera virtual en 2020.

Es esencial que estas solicitudes sean atendidas lo antes posible, en aras de una asociación plural, equitativa y democrática, en línea con la trayectoria académica de LASA.
 

Atentamente,