1. La estructura de la Biblia es tan perfecta que es prácticamente imposible encontrar en ella un texto que resulte difícil armonizar con el resto de las Escrituras. (Pista: “¿Alguna vez te encontraste con un versículo o un pasaje que no entendías, o que te resultaba difícil armonizar con otros textos o con la realidad en general? Es difícil imaginar que en algún momento no hayas enfrentado este problema. La pregunta es: ¿cómo respondiste? O, mejor aún, ¿cómo deberías responder?” Lección del lunes, párrafo 1). *