Introducción
Segundo de Crónicas constituye la segunda parte del libro “Devri-Hayyammimi”. El escritor inspirado por el Espíritu de Dios continúa su relato del pueblo de Dios. Inicia el relato con el reinado de Salomón y su esplendor.
Muerto Salomón se narra la división del pueblo en dos reinos: Israel al norte y Judá al sur. La historia se centra en este último, quien se interesó en rescatar sus raíces. Mientras que Israel cuando fue llevado por los asirios, nunca más se supo de él. Pero a pesar de la separación los sacerdotes, levitas y los hombres temerosos de Dios continuaron refugiándose en Judá, esto ayudó a recuperar un pequeño remanente de las tribus del norte.
Segundo de Crónicas nos habla de los reyes de Judá y finaliza con el cautiverio como castigo de parte de Dios por la rebeldía de su pueblo.
Cuando regresaron de Babilonia con el permiso de Ciro rey de Persia para reconstruir Jerusalén, lo que encontraron fueron ruinas y del Templo ya no existía nada, por lo que no les fue nada fácil la reconstrucción.
El haber regresado les daba a los israelitas la esperanza de volver a comenzar y en el estado crítico en que se encontraban, convenía hablar de los días gloriosos para devolverles el orgullo como hijos de Dios, pues ya habían escuchado mucho de las graves faltas que habían cometido, pero ahora necesitaban recuperar la esperanza en Dios.
En este libro no se da espacio para mencionar los conflictos entre los dos reinos, pues se busca regresar las ideas originales de la nación. Por ello se centra en los reinados de los reyes que buscaron agradar a Dios y en la relación especial que Dios tenía con los israelitas recordándoles el pacto que él les había dado en sus días de esplendor cuando Dios había estado entre ellos.