Introducción
El Evangelio de Marcos fue el primero que se escribió de las cuatro versiones, y seguramente Lucas y Mateo lo tomaron como fuente de información fidedigna para escribir los propios.
Marcos es, seguramente un joven, al que a menudo, se le asocia con el personaje del pasaje de Mr. 14:51-52, y cuyo nombre completo era Juan Marcos, siguiendo la costumbre de la época de usar un nombre judío y uno romano como se le conoce en Hch. 12:12, Su madre se llamaba María, vivía en Jerusalén, y era sobrino de Bernabé (Col. 4:10) Acompañó a Pablo y a Bernabé en su primer viaje misionero (Hch 13:13). Posteriormente, Pablo y Bernabé no viajaron más juntos por razón de que este último insistía en llevar a su sobrino (Hch 15:36–41) aunque más adelante, Pablo reconoce que Marcos le ha sido de consuelo (Col. 4:10-11).
En los dieciséis capítulos de esta versión del Evangelio, presenta a Jesús como el Siervo de Dios. Abundan las obras y milagros de Jesús, más que sus palabras, razón por la que es un Evangelio muy dinámico. Es interesante notar que son pocas sus referencias al Antiguo Testamento y a la Ley; además de que en varias ocasiones explica las costumbres judías. Por estas y otras razones, se ha pensado que fue escrito para los romanos.
El lector cristiano descubrirá en este Evangelio a Jesús poderoso, el Siervo de Jehová del que habla Isaías (Is 52:13–15; 53). Es una narración llena de acción que termina con la ascensión de Jesús, después de haber hecho la gran comisión a sus discípulos, la cual queda abierta a todo aquel que se aprecie de ser discípulo de Cristo a actuar también movido por el poder de Dios (Mr 16:15-20)