Introducción
El libro de Job aborda el tema del valor de la fe, y el sufrimiento de los justos. Job fue un hombre que habitó en Uz, que tal vez fuera lo mismo que la tierra de Edom, al sur de Judá, y quien fue pasado por severas pruebas en las que pierde todas sus posesiones, sus seres queridos y su salud; pero mantiene su integridad y su confianza en Dios.
A lo largo de todo el libro, el lector cristiano va encontrando un análisis del tema de las pruebas y tribulaciones en la vida de los justos, tanto en los discursos de Job, como en los de sus amigos; sin embargo, es hasta el final donde se hallará una respuesta definitiva en la grandeza y soberanía de Dios. Por lo que la tesis en sí del libro de Job es: La fe sostenida en Dios a pesar de las circunstancias adversas, es la que sacará adelante al justo en su tribulación.
Job es citado en la Biblia posteriormente en dos ocasiones: En el libro de Ezequiel (Ez. 14:14,20), equiparándolo a Noé y a Daniel, y presentándolo como justo; y la otra en la Carta de Santiago (Stg. 5: 11) en la que se presenta como ejemplo de tener paciencia y confianza en Dios, diciendo textualmente: “Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo".
En cuanto al escritor del libro, se desconoce quién haya sido, y tampoco hay mucho acuerdo en cuanto a la época en que fue escrito; algunos lo sitúan en tiempos de Moisés, otros aseguran que fue en tiempos de Salomón.
Lo que sí es seguro, es que el cristiano, cuando lea el libro de Job encontrará en él una gran riqueza de la sabiduría de Dios, y de su grandeza y señorío.