1. Las personas aquí
presentes,
reunidas
la víspera del Día Internacional de la Noviolencia,
día
del nacimiento de Mahatma Gandhi en la India, en 1869,
ponemos
nuestros cuerpos en esta Calle de la Paz de Madrid
y
unimos nuestras voces para decir:
2.
Que los hombres y las mujeres de este planeta somos hermanos y
hermanas.
Somos
hermanos y no enemigos.
Que
en común nacemos y vivimos nuestras mejores experiencias;
que
en común crecemos como personas y somos capaces de lo más grande.
3.
Proclamamos que creemos en la humanidad,
en
las personas; en cada pueblo y ser humano; en la paz.
Que
creemos en la fraternidad, la colaboración
y
la búsqueda y la consecución de la justicia.
4.
Queremos proclamar y hacer vida en nuestras vidas
que
los conflictos, que forman parte de nuestra vida común y personal,
son
oportunidades.
Que
desde la paz y el amor al otro
siempre
caben el diálogo y el entendimiento.
Que
el otro nunca es un enemigo a derrotar,
sino
un amigo a quien reencontrar.
5.
Queremos declarar y declaramos
que
hay caminos para crecer juntas, unidas.
Hay
caminos que empobrecidos y oprimidos han recorrido a lo largo de la
historia
y
que son borrados de los libros
por
los gobiernos belicistas y los intereses económicos.
Hay
caminos que muchas personas han recorrido
y nosotras queremos recorrer.
6.
Recordamos y celebramos hoy a Mahatma Gandhi,
pero
también a Martin Luther King, a César Chávez,
a
Nelson Mandela, a Sophie Scholl, a Domitila Chungara,
a
Abdul Ghaffar Khan, a Jean Goss,...;
a
jóvenes como Ana Frank, Claudette Colvin, Iqbal Masih o Malala;
...grupos
y personas que se han dejado la piel para conseguir justicia
en
un mundo donde todos cabemos,
un
mundo de vida digna, buena y en paz para todos.
7.
Con ellos decimos «stop», «¡alto!»,
a
un sistema económico que pisa a las personas
y
nos ponemos al lado de los que sufren cualquier tipo de injusticia.
Con
ellos, como decía Thoreau,
queremos
ser la piedra en el zapato que frena la maquinaria de la muerte,
agua
que apacigua la ira y riega la esperanza,
fuego
que enciende y une los corazones,
aurora
que anuncia un sol de justicia para los más empobrecidos.
8.
Con ellos nos unimos unos con otros, desde abajo,
desde
lo pequeño y humilde,
con
una dignidad y una sed de justicia
a
prueba de desprecios, de bombas y de intentos de separarnos.
9.
Y decimos «no» a la injusticia de nuestro sistema económico,
que
explota a la Tierra, a los pueblos y a las personas,
como
meros instrumentos de producción y consumo,
para
dejarnos después, cuando no les servimos, tirados en una cuneta.
Decimos
«no» a tanto tener y a tanto querer tener
y
«sí» y mil veces «sí» a SER;
a
ser de verdad quienes somos:
a
que tú seas tú, yo sea yo y seamos todos juntos.
10.
Decimos «no» a la mentira en todas sus formas,
a
la manipulación de nuestros políticos y de los medios de
comunicación,
al
engaño de los bonitos titulares
que
sólo buscan acallarnos, dividirnos y dominarnos.
A
la mentira que a veces nosotros mismos decimos por interés propio,
o
que nos decimos a nosotros mismos por comodidad.
11.
Decimos «no» a la división entre los países,
a
los intereses particulares que quieren prevalecer sobre los de todos.
A
la división entre los pueblos, entre los vecinos,
entre
la clase obrera, en la ciudadanía de este país y del mundo.
Nacimos
unidos y queremos vivir unidos.
Queremos
tender puentes y trabajar para hacer realidad nuestros sueños,
que
nada ni nadie nos arrebatará.
12.
Decimos «no» a la violencia
contra las mujeres
y
contra quien es o piensa distinto.
«No»
a la violencia contra el que dice «no» a lo que yo quiero,
contra
el que no se suma a mi causa,
contra
el que no quiere ir conmigo en este trozo del camino.
«No»
a la violenica contra el disidente,
contra
el que se sale de la opinión mayoritaria,
contra
el que, pequeño e insignificante, resiste a los grandes intereses
desde
su libertad y su dignidad.
13.
Y decimos «no a las guerras»,
a
todas las guerras.
Porque
somos hermanos y estamos llamados a entendernos.
Porque
la noviolencia y el diálogo,
se
han mostrado en la historia mucho más eficaces que la guerra
para
repeler las ofensas
y
para construir un futuro integrador y de convivencia, real y sólido.
Porque
los intereses económicos que hay en la guerra
la
hacen rentable y deseable para algunos
a
costa de nuestras vidas.
Porque
el enfrentamiento y la crispación
mantienen
a muchos en sus poltronas
mientras
la ciudadanía pide paz, amor y unidad:
¡vida
digna!, ¡vida digna!
14.
Porque tantos y tantos han demostrado el camino de la noviolencia
decimos
tajantemete: «NO» AL GASTO MILITAR
y
«sí» a la inversión en educación y en los cuidados de las
personas;
y
en tender puentes entre los pueblos, los países
y
toda forma de pensar.
Decimos
«no» a la banca que se enriquece a costa de vidas humanas,
en
España especialmente el BBVA, el Banco Santander y CaixaBank.
Decimos
«no» a nuestros gobiernos,
que
año tras año aumentan sin cesar
los
gastos para la guerra mientras se dicen pacifistas,
que
aumentan año tras año el presupuesto militar
mientras
apenas aumenta la inversión en sanidad, educación y los cuidados.
15.
Decimos «sí» a la formación en noviolencia
de
nuestros jóvenes y de la población en general.
Decimos
«sí» a toda unidad y a toda suma
que
sea para el bien real de las personas y nuestro planeta.
16.
Hoy decimos, gritamos, cantamos
con
Gandhi y tantos otros «AHIMSA»: [Canción]
17.
Gritamos ¡AHIMSA!
¡El
amor es la fuerza que transformará el mundo!
El
amor por ti, el amor entre nosotros,
el
amor que vive en el corazón del pueblo, del vecindario,
de
la nación y de la empresa,
de
los oprimidos y de los opresores,...
El
amor nos unirá y nos une
y
nos hace trabajar con fuerza por una vida buena para todos:
18.
si no es buena para todos no es buena para mí;
si
no es buena para los indígenas del Amazonas y para los pueblos de
África,
si
no es buena para las periferias de las ciudades y para los pueblos pequeños,
si
destroza el planeta y separa a las personas,
no
es buena;
...no
es buena aunque la pinten de verde y la envuelvan con llamativos
eslóganes.
19.
Por eso volvemos a gritar: ¡AHIMSA!
Pongamos
el amor en el centro de nuestra vida pública:
pongamos
el «y tú ¿qué necesitas?»,
el
«¿cómo estás? y ¿qué te pasa?»;
el
vivir tu problema como mío e ir contigo a solucionarlo.
Intentemos
mostrar la verdad a quien está oprimiendo
para
que cambie y podamos ser felices juntos.
20.
AHIMSA, AHIMSA, AHIMSA.
Unámonos,
manifestémonos.
Mostremos
que podemos vivir de otra manera.
Con
la perseverancia del amor lo conseguiremos.
Con
la perseverancia del amor lo veremos.
21.
154 años después del nacimiento de Gandhi,
con
él y con tantos otros que nos han precedido,
con
tantas y tantos que en el mundo la están viviendo,
hoy
gritamos aquí, unidos, «AHIMSA»,
«transformemos
el mundo con la fuerza del amor». [Canción]