Capítulos Piloto
Me encantaría conocer tu opinión sobre estos "Capítulos" de lo que puede ser el Primer Libro Autobiografico o no de Natasha Krauford. 
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¿De dónde eres? Es que se lo estoy enviado a mucha gente jaja. Con que me digas municipio me vale. *
Capítulo 1: El enfrentamiento con los fashionistas.

Andy era una chica que no se conformaba con lo que le dictaban las revistas de moda. Le gustaba crear sus propios looks, mezclando prendas y accesorios de diferentes épocas y estilos. Su sueño era convertirse en una diseñadora famosa y revolucionar el mundo de la moda con su visión única y personal.

Esa mañana, se levantó con ganas de lucir un conjunto que había ideado la noche anterior. Abrió su armario y sacó una blusa de seda brillante en tonos dorados y plateados que había comprado en una tienda vintage. La blusa tenía un escote pronunciado y unas mangas abullonadas que le daban un aire retro y glamuroso. La combinó con unos pantalones de cuero rojo brillante que le marcaban las curvas y le hacían resaltar su piel morena. Los pantalones tenían unos bolsillos con cremalleras y unos detalles de tachuelas que le daban un toque rockero y rebelde. Para completar su look, se calzó unos zapatos de plataforma holográficos que cambiaban de color según la luz. Los zapatos eran una auténtica obra de arte, con unos tacones de aguja y unas tiras que se cruzaban por el empeine. Para rematar su look, se puso un sombrero de ala ancha adornado con plumas de colores. El sombrero era una pieza única que había encontrado en un mercadillo. Tenía un lazo de terciopelo negro y unas plumas de pavo real, de faisán y de loro que le daban un toque exótico y sofisticado.

Andy se miró al espejo y se sintió orgullosa de su creación. Se veía espectacular, como una estrella de cine o una cantante de pop. Se hizo un selfie con su móvil y lo subió a su cuenta de Instagram, donde tenía miles de seguidores que admiraban su estilo. Luego, cogió su bolso de mano, también de cuero rojo, y salió de su apartamento.

Mientras caminaba por las calles de la ciudad, Andy llamaba la atención de todos. Algunos la miraban con asombro, mientras que otros murmuraban comentarios sarcásticos. Pero Andy estaba acostumbrada a las miradas y a las críticas. Sabía que para destacar en el mundo de la moda, tenía que ser valiente y original. No le importaba lo que pensaran los demás, ella se sentía segura y feliz con su forma de vestir.

En una boutique de lujo, Andy se encontró con un grupo de fashionistas que la miraron de arriba a abajo con desdén. Eran cuatro chicas y dos chicos que vestían con las últimas tendencias de las pasarelas. Llevaban ropa de marca, de colores neutros y cortes minimalistas. Sus complementos eran discretos y elegantes, y sus peinados y maquillajes eran perfectos. Se creían los reyes de la moda, y miraban con superioridad a todo el que no se ajustara a sus cánones.

Los fashionistas se burlaron de Andy y comenzaron a criticar su elección de colores y accesorios: “No sabes combinar, te pones lo que sea, vas de trending topic pero te bloquean. Pareces un árbol de Navidad con tanta lentejuela y tanto brillo. Y ese sombrero, ¿de dónde lo has sacado, del baúl de los disfraces? Es horrible, parece que llevas un nido de pájaros en la cabeza”.

Pero Andy no se dejó intimidar. Les soltó: "La moda es una forma de expresión y yo elijo expresarme así. No todos tenemos que seguir las mismas tendencias. Yo prefiero ser original y divertida, que aburrida y predecible. Vosotros vais todos iguales, como clones. No tenéis personalidad ni creatividad".

Mientras los fashionistas continuaban riéndose de ella, Andy pensó en las palabras de la canción que había escuchado esa mañana en la radio. Era una canción que se burlaba de las personas que se creían muy guapas y muy modernas, pero que en realidad eran unas horteras. Andy se recordó a sí misma que no iba a dejar que las críticas afectaran su confianza. "Eres una hortera, hortera de bolera. Vas con esos pelos que pareces mi abuela", murmuró para sí misma entre risas, mientras se alejaba de la boutique.

Andy siguió su camino, sin dejar que los fashionistas le amargaran el día. Ella sabía que su estilo era único y especial, y que algún día sería reconocida por su talento. Mientras tanto, disfrutaba de la moda como una forma de arte y de diversión. Andy era una chica que no seguía las normas, sino que las creaba.


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Capítulo 2: En busca de la fama en las redes sociales

Andy se levantaba todas las mañanas con su teléfono en la almohada, listo para comenzar un nuevo día en las redes sociales. Pero a pesar de su entusiasmo, a veces se encontraba con un vacío en su corazón. No había mensajes en su WhatsApp ni un “me gusta" en Instagram. 

Se sentía atrapada en el mundo digital, siempre en busca de videos virales, siguiendo a los tiktokers y obsesionada con la velocidad del 5G. En más de una ocasión sus amigos le cantaban:  "Tú siempre conectada, estás obsesionada. Viviendo en tu pantalla hasta la madrugada" mientras se daba cuenta de cuánto tiempo pasaba frente a la pantalla.

Estaba sumergida en un ciclo de retweets y “me gusta", buscando la validación que le parecía escurridiza. Se sintió como si estuviera persiguiendo la felicidad a través de una pantalla en lugar de disfrutar de los momentos que la vida tenía para ofrecer. "Dónde estás, que no te veo, amiga felicidad", se preguntaba mientras seguía desplazándose por su feed.

A pesar de estar super viciada con las redes sociales, Andy no había perdido de vista su objetivo de convertirse en alguien influyente en la moda. Seguía creando contenido con pasión, llenando sus publicaciones de hashtags y esperando que alguien notara su talento. A veces se sentía frustrada porque no recibía el reconocimiento que deseaba, como si nadie le enviara nada. Pero su determinación seguía siendo fuerte. Sabía que tenía un mensaje que compartir y estaba dispuesta a seguir conectada hasta que saliera el sol si era necesario.

Sus esfuerzos, sus seguidores no aumentaban tan rápido como ella esperaba. Se sentía desanimada y a menudo se preguntaba si valía la pena continuar. Sin embargo, cada vez que pensaba en abandonar, recordaba su lema: "Sea lo que sea, hazlo". Andy sabía que tenía que seguir siendo fiel a sí misma y a su pasión por la moda.

Para hacer crecer su presencia en línea, Andy comenzó a interactuar más con sus seguidores. Respondía a los comentarios, compartía historias detrás de sus conjuntos y mostraba su personalidad auténtica. Poco a poco, comenzó a ver un aumento en la participación y el número de seguidores.

Pero, como todos los que se exponen en línea, Andy no estaba exenta de los haters. Personas que criticaban sus looks. Comentarios negativos llenaban sus redes sociales. Pero Andy había adoptado una filosofía de vida: "Botón derecho, eliminar". No permitía que la negatividad afectara su camino hacia la fama y, en cambio, se centraba en las personas que realmente la apoyaban y formaban una comunidad en torno a su autenticidad.

Un día, mientras revisaba su Instagram, Andy se llevó una gran sorpresa. Una de sus publicaciones había recibido más de 10 millones de likes. Era una foto en la que lucía un vestido de lentejuelas azules que había diseñado ella misma. El vestido tenía un escote de corazón y una falda de vuelo que le llegaba hasta las rodillas. Andy lo había combinado con unos zapatos de tacón plateados y unos pendientes de aro. En la foto, Andy posaba con una sonrisa radiante y una actitud de diva.

Andy no podía creer lo que veía. ¿Cómo era posible que su foto hubiera tenido tanto éxito? ¿Quién la había visto y compartido? ¿Qué significaba aquello para su carrera? Andy se puso nerviosa y emocionada al mismo tiempo. Se le ocurrió que quizás aquella era la oportunidad que estaba esperando. Quizás aquella era la puerta que se abría para entrar en el mundo de la moda.

Andy decidió investigar un poco más sobre el origen de su fama repentina. Descubrió que su foto había sido compartida por una de las influencers más populares del momento: Kim Kardashian. Kim había visto la foto de Andy y le había encantado su vestido. Había decidido publicarla en su cuenta, con un mensaje de elogio: "Me encanta este vestido de @andyfashion. Es una diseñadora con mucho talento y estilo. ¿Qué os parece?"

El mensaje de Kim había desatado una oleada de comentarios y reacciones. Mucha gente había alabado el vestido de Andy y su creatividad. Otras personas habían criticado a Kim por copiar el estilo de Andy. Y otras habían hecho bromas sobre la comparación entre las dos. Pero lo cierto es que el mensaje de Kim había hecho que la foto de Andy se volviera viral y que su nombre se hiciera conocido en todo el mundo.

Andy no salía de su asombro. Kim Kardashian había compartido su foto. Kim Kardashian había hablado de ella. Kim Kardashian le había dado su aprobación. Era como un sueño hecho realidad. Andy se sintió agradecida y halagada por el gesto de Kim. También se sintió orgullosa de su trabajo y de su trayectoria. Había conseguido llamar la atención de una de las personas más influyentes de la moda. Había conseguido que su voz se escuchara. Había conseguido que su sueño se acercara.

Andy decidió aprovechar el momento y responder al mensaje de Kim. Le escribió un comentario en el que le agradecía su apoyo y su reconocimiento. También le expresaba su admiración y su respeto. Y le proponía una idea: ¿Por qué no colaboraban juntas en algún proyecto? Andy pensó que sería una gran oportunidad para ambas. Para ella, sería una forma de entrar en el mundo de la moda y de aprender de una experta. Para Kim, sería una forma de renovar su imagen y de mostrar su lado más innovador.

Andy no sabía si Kim leería su comentario o si le respondería. Pero no perdía la esperanza. Sabía que tenía que intentarlo. Sabía que tenía que arriesgarse. Sabía que tenía que seguir conectada.

Andy se puso a cantar la canción que había escuchado esa mañana en la radio. Era una canción que hablaba de las redes sociales y de cómo podían cambiar la vida de las personas. Andy se identificaba con la letra y con el ritmo. Se sentía feliz y optimista. Se sentía conectada con el mundo y consigo misma.

Letra alternativa de “Super Viciada” de Natasha Krauford:

“Con el móvil en la almohada

te levantas ilusioná.

Hay mensajes en el whatsapp.

Hay un like de Kim Kardashian.


Qué mona estás en tu foto con tu vestido azul.


Tú siempre conectada, uuoooh,

estás iluminada.

Viviendo en tu pantalla, uuoooh,

hasta la madrugada.

Tú siempre conectada, uuoooh,

estás triunfando ya.

Viviendo en tu pantalla, uuoooh,

hasta que salga el sol.


¡¡Acha, no sueltes el móvil ya, que te va a dar de comer!!

Siri: He encontrado los siguientes contratos en tu zona.”


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¿Te has quedado con la copla?

Estas historias están basadas en las canciones de Natasha Krauford. El libro narrará todas y cada una de ellas.

Actualmente ya hay 6 singles (canciones de estudio) en plataformas digitales. Estoy trabajando en un disco de 12 canciones, y se planea hacer un crowdfunding para poder financiarlo. ¿Podría ser este libro una de las recompensas del crowdfunding, aparte del disco? Yo estoy lo deseando =)
En esta actuación aparecen las dos canciones los capítulos "Eres una Hortera " y "Super Viciada"  (sale el video)
¿Participarías en el crowdfunding? Mójate y dime cuántos €uros pondrías. Habrá diferentes recompensas, que costarán desde 15€ hasta 150€. *
¿Qué me recomiendas como ideas de recompensas? Disco, libro, posters, camisetas, bragas, sesión de fotos de zekiGraphic, shows para locales o eventos privados…
Muchas gracias por tus palabras, tu opinión es de gran ayuda para mejorar. Besos de fresa: muuuack.

Si quieres saber más, nos vemos en las redes. Todo en un solo click -> https://linktr.ee/natashakrauford

 Natasha Krauford, para servirle.


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