ADHESIÓN AL MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA MEDIACIÓN COMO PROFESIÓN
MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA MEDIACIÓN COMO PROFESIÓN
Hacemos visible la necesidad de tener el reconocimiento público e institucional en defensa de la mediación de conflictos como profesión.
Una sociedad democrática y plural se construye mediante la educación, la sensibilización y la pedagogía del debate. Un mundo que promueve la crispación y la confrontación nos lleva al colapso, la inmadurez y la individualidad. En cambio, la gestión dialogada del conflicto, la cooperación y la empatía son fundamentos de una ciudadanía que se ejerce desde la responsabilidad.
Hablar y encontrar salidas es liberador, pero no es nada fácil. Estamos acostumbrados a que un tercero diga qué se debe hacer y cómo, no que escuche y pregunte con profundidad, con acierto, eficacia y con tacto. En este sentido el/la mediador/a facilita la comunicación entre personas para que puedan encontrar caminos de solución alternativos para resolver sus discrepancias. Es una invitación a la sensatez que da protagonismo a cualquiera que participa en ella, porque permite legitimarse y legitimar al otro, comprender y aceptar las diversas posiciones para transformar la disputa de forma pacífica, eficiente, con la máxima confidencialidad, para permitir construir nuevas propuestas de futuro y concretar el riesgo y los compromisos que las partes son capaces de asumir.
La mediación de conflictos (en adelante mediación) por tanto, es un proceso libre y seguro para acompañar a la ciudadanía en la regulación de sus desacuerdos, restaurar su bienestar, facilitar la convivencia y desjudicializar las relaciones.
La comunidad mediadora hace años que está preparada y que puede intervenir en diferentes ámbitos: familiar, escolar, comunitario, intercultural, internacional, organizacional y empresarial, sanitario, civil, laboral, penal, inmobiliario y de la vivienda, mercantil, de consumo, contencioso administrativo, deportivo, etc. En cada uno de estos campos, los profesionales de la mediación acreditan una formación de máster o posgrado pertinente a la especialización. Constar inscrito en el Registro público del Centro de Mediación de Cataluña de la Generalidad de Cataluña certifica que se cumplen todos los requisitos establecidos por la ley autonómica y estatal.
Para ejercer la mediación aportamos formación reglada, universitaria, especializada, continua, buena práctica, competencias, solvencia y un marco que regula el ejercicio de la mediación como profesión específica.
La mediación es una disciplina transversal con larga trayectoria, donde se aplica la metodología estándar como tercero neutral e imparcial que, a partir de contenidos de las ciencias educativas, sociales, psicológicas, jurídicas, etc. puede aplicar, además, metodologías específicas, como los diálogos apreciativos o las prácticas restaurativas y, por todo ello, hay que reconocerla como profesión genuina.
Es por ello que:
SOLICITAMOS
1- Que se nos reconozca la especificidad de la profesión de mediador/a, cuando hace más de 30 años se desarrolla en Cataluña, y se legitime como profesión independiente y no como complemento de otras.
2- Que se nos reconozca como profesionales primordiales y necesarios en la resolución de toda confrontación o disputa y en cualquier campo, mediante una regulación donde se, establezcan las competencias que le son propias y específicas.
3- Que la mediación ocupe el lugar merecido, prioritario y diferenciado dentro de las ADR (Alternative Dispute Resolution) o las MASC (Métodos Adecuados de Solución de Conflictos).
4- Que se aprueben y se apliquen las políticas sociales y económicas efectivas en pro de la mediación para garantizar la participación activa de la sociedad ante la solución de sus discusiones y se dote de las regulaciones legales y presupuestarias para hacer efectivos estos principios.
Por todo ello, se hace público este manifiesto e invitamos a adherirse a las personas mediadoras, entidades, organizaciones, instituciones, colegios profesionales o empresas que se dediquen a la mediación, o que la mediación forme parte de sus procesos y a cualquier otra persona interesada en la resolución pacífica y dialogada de conflictos.