Lectura 2. SIN PATAS, PERO CON GRANDES RECURSOS: LAS SERPIENTES Descendiente directo de los grandes reptiles que dominaron la tierra hace unos 70 millones de años, la serpiente está presente en todas las mitologías y creencias religiosas. Este vertebrado – técnicamente un lagarto sin patas – que nunca cierra los ojos y frecuentemente está provisto de poderoso veneno, habita todos los continentes. ¡Esto quiere decir que están por todos lados! Como todos los reptiles, las serpientes tienen sangre fría y escamas. Sus características físicas, y la capacidad de algunas de atacar y matar presas de tamaño mucho mayor que el suyo, han hecho que se les achaque toda clase de vilezas, desde la participación en la película de Adán y Eva. ¿Te acuerdas quién los tentó a comerse la manzana del pecado? Estrictamente carnívoras, las serpientes están equipadas para la difícil vida de cazador. Así, el cráneo, de forma especial, permite a las serpientes abrir la boca descomunalmente, lo que les posibilita tragar presas varias veces más anchas que ellas. Son animales de digestión muy lenta, capaces de almacenar comida en su intestino por lo que las serpientes pueden pasar mucho tiempo sin comer (las más grandes, medio año). ¡Qué tal aguante! Unger, Tomás. Temas de ciencia. BNP, diciembre de 1989 (adaptación)
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