Introducción
La segunda Epístola a los Corintios: Fue escrita por el apóstol Pablo seguramente desde Macedonia, unos seis meses después de la primera; y constituye en lo general, una defensa del ministerio de Pablo y defender su autoridad como apóstol, y refutar a los falsos maestros en Corinto. Contiene también algunas instrucciones relativas a la colecta de ofrendas y algunos puntos muy importantes de índole doctrinal.
La Epístola a los Gálatas: El apóstol Pablo dirigió esta carta a las iglesias que estaban en las ciudades de Iconio, Listra y Derbe, ubicadas en la provincia romana de Galacia (Hch 14:1-23) Donde algunos maestros con fuertes tendencias judaizantes desviaban la doctrina de Cristo pretendiendo que los Gálatas, siendo gentiles, se sujetaran a la ley judía. Razón por la que Pablo escribe acerca de la libertad en Cristo, y de no volver al yugo de esclavitud (Gá. 5:1-3), y de esta manera les explicó lo que significa la vida en el Espíritu (Gá. 5:16)
La Epístola a los Efesios: El apóstol Pablo se dirige a una de las congregaciones más estimadas por él, donde vivió casi tres años durante su tercer viaje misionero, (Hch 19:8-10; 20:31) Escribe desde Roma, desde su encarcelamiento. Efeso era una ciudad muy importante en la provincia de Asia (lo que actualmente es Turquía donde abundaba la hechicería, la idolatría, y el pecado (Hch 19:17-20, 23-41). El motivo de esta carta parece ser fundamentalmente afianzar a los cristianos en la sana doctrina y exhortarlos a seguir una vida plena en Cristo.