Nota del Catecismo – La prudencia es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo. “El hombre cauto medita sus pasos” (1806) En otras palabras, la prudencia nos lleva a diseñar las cosas para bien, a organizar nuestra vida de manera que nos ayude a ser mejores. Por lo tanto, use el resto de esta hoja para planificar cómo logrará su meta de fe familiar de otoño: ¿cuándo y qué hará para tener éxito? (Piense en pasos pequeños y realistas. ¡No se extralimite!)