1. Jesus no oraba porque en su condición divina no tenía la necesidad de hacerlo, después de todo: ¿Qué sentido tendría hablar consigo mismo? (Ver Luc. 3:21; 5:16 y 9:18) (Pista: “La vida de Jesús fue de una constante comunión divina con su Padre. En el momento de su bautismo, cuando inicio’ su ministerio mesiánico, oro por el poder divino para cumplir el propósito del Cielo”. Lección del lunes, párrafo 1) *