Hola, Familias:

En primer lugar, desear que todos estéis bien y con muchas ganas de volver a los talleres.

Me gustaría daros la bienvenida a la actividad de talleres creativos, en ella procuraré que os divirtáis, aprendáis y podáis adquirir una serie de habilidades, que en un futuro pueden ser útiles para desarrollar otros campos, incluso laborales.

Para los niños, las actividades extraescolares en los colegios, son un complemento para su formación, la práctica de los trabajos manuales, beneficia la capacidad de aprender a ver, a captar cosas que les rodean, a expresarse, a desarrollar la imaginación y contribuye positivamente a configurar la estructura mental, ayudando a desconectar de otras cuestiones, disfrutar y a la vez aprender. En el proceso de madurez de los niños, la percepción de su entorno y de las cosas va evolucionando, no percibe las cosas igual un niño de 3 años que uno de 10. Cada uno las reproduce como las ve. Entre estas edades, hay que enseñarles las técnicas, los materiales y orientarles para que vayan siendo más conscientes de la correcta reproducción de las cosas, nunca decirles que lo han hecho mal, pero sí enseñarles como sería la forma correcta. A partir de los 10 años se vuelven exigentes al madurar su percepción, cuando debemos aprovechar a reforzar su gusto y su destreza. Con los diferentes trabajos aprenden el concepto de composición de perspectiva y color de forma divertida, y así los niños no se dan cuenta que están haciendo un ejercicio de cognición.( facultad de un ser vivo para procesar información a partir de la percepción, el conocimiento adquirido (experiencia) y características subjetivas que permiten valorar la información, procesos tales como el aprendizaje, razonamiento, atención, memoria, resolución de problemas, toma de decisiones y procesamiento del lenguaje.

Para los no tan niños, las actividades de desconexión son cada vez más demandadas, llevamos una vida demasiado ajetreada y a veces nos viene bien parar un poco, hacer algo que nos guste o nos ayude a desconectar de la vorágine cotidiana. Cuando estamos concentrados en un trabajo creativo lo suficiente como para no pensar en otra cosa, durante el ratito que le dedicamos, los problemas quedan fuera, es bueno para la memoria, mejora la autoestima, mantiene a raya el estrés, nos ayuda a relajarnos, se activa nuestra creatividad, nos relacionamos con más personas, nos ponen de mejor humor y un largo etcétera...

A partir de la manipulación de diversos materiales e instrumentos, es cuando el alumno va experimentando las diferentes sensaciones al comprobar que va superando las dificultades que van surgiendo y que es capaz de terminar un proyecto con éxito. También va aumentando la sicomotricidad fina, desarrollando la movilidad de las manos manipulando los materiales y superando la frustración.