Los jugadores propuestos para cada posición son los que han tenido un mayor rendimiento durante el torneo, según criterios "pretendidamente" objetivos (pretender no es conseguir). El esquema táctico base es el de 1-4-3-3, por lo que en algunas ocasiones se ha tenido que readaptar la posición de ciertos jugadores, aunque siempre teniendo en cuenta sus posiciones durante el torneo y las posiciones que ocupan habitualmente en sus respectivos clubes.