3) Años después, Tebas será azotada por una serie de plagas, sequías y hambrunas. Edipo consulta con los sacerdotes y le informan que la ciudad está maldita porque el asesino de Layo nunca pagó por su crimen. El rey ordena que todos salgan a buscar al responsable. Se interroga a los amigos de Layo, a los sirvientes y a todo el pueblo. Finalmente la verdad sale a la luz: Edipo mató a Layo, este era su padre, Jocasta es su madre y la profecía se ha cumplido. Jocasta, horrorizada, se suicidó. Edipo, espantado por los hechos que todos trataron de evitar, se arruina los ojos, queda ciego y abandona el palacio acompañado de su hija Antígona y se va a vivir como un ermitaño en el bosque. Sus hijos heredarán el trono y la maldición... *