Muchas veces en la historia hemos estado al pie de la decadencia; triste, ¿verdad? Vamos a dar un ficticio paso más en nuestra línea temporal actual.

Salimos del momento; la tecnología no deja de avanzar. Y como esto va por modas, los aspectos médicos empiezan a traer más dinero que los de telecomunicaciones. La bioquímica es la carrera en auge. Se rifan las promociones para los nuevos laboratorios al más puro estilo de Silicon Valley. Y progresa. Vamos,... Nadie encuentra la solución al cambio natural pero sí que buscan la modificación humana que aguante todo lo que está por venir. Ahí está, ¡con un par!

Al margen de todo, la política (nacional e internacional) sigue siendo la misma bazofia; como siempre, ¿no? Pero para retorcerlo más las potencias con recursos se meten en un clímax pre-guerra, o de guerra fría,... Y de ahí, de toda esa situación, afilándose cada vez más y más: clack. Se rompe la punta del lápiz. Apocalipsis.

En los días post-apocalipsis nadie sabe si es Lunes o Viernes ni tampoco cómo leches se ha llegado a donde se ha llegado ni porqué. Una risa vamos. Para jod...pringar más, el mundo ha cambiado drásticamente y la superficie se ha contaminado de radiación (o al menos algún tipo de agente químico igual de grave). Entre los cambios naturales y estos cambios humanos salir de tu cubil seguro es jugársela a los dados con la Muerte. Pero hay que salir, siempre. El agua, el sol, el aire, la comida (todos y cada uno en su versión "más limpia") están fuera. Ante tal nivel de peligrosidad los pocos "humanos" (sí, entre comillas) que han sobrevivido se agrupan en aras de buscar fuerza, esperanza o lucha conjunta...

La situación es fea, sí. Ya no hay ni pueblos, ni ciudades, cada cual se une donde puede y le aceptan ...si es que encuentra algo. Vives en lo que llamáis el Arca; generaciones de "humanos post-apocalipticos" (o... mutantes). No sois más de 300. Lo más similar a la organización se infiere por un anciano cuya experiencia marca las guías a seguir y un par de cuadrillas, grupos de amigos o pandillas que se organizan los trabajos del mantenimiento de este asentamiento. Todo con sus pros y sus contras.

Lo último que recuerdas de estas rutinas en el Arca es... que habíais coincidido haciendo guardias en la atalaya. Os tocó el turno de noche... y estábais jugando a las cartas. Cualquiera diría que entre ustedes también la Muerte tenía su mano. Pero aquella noche nadie la vio venir y sentarse con ustedes al tenue brillo de la tabla de luz.