5. El ser humano, por sus propios medios, puede obedecer la voluntad de Dios si así se lo propone. (Pista: “Sí, Dios obra en nosotros, pero lo hace a través del Espíritu Santo, el único que nos da sabiduría para entender la Santa Biblia. Además, como seres humanos pecaminosos, a menudo nos oponemos a la verdad de Dios y, librados a nuestras propias maquinaciones, no obedeceríamos la Palabra de Dios (Rom. 1:25; Efe. 4:17, 18)”. Párrafo 2). *