La seguridad vial es un derecho fundamental. La conducción de vehículos no solo implica una responsabilidad personal, sino una colectiva. Las calles y carreteras deberían ser espacios seguros para todos, sin embargo los siniestros de tráfico siguen cobrándose vidas cada día, una realidad intolerable en pleno siglo XXI. En 2023, según la Dirección General de Tráfico (DGT), 1.145 personas fallecieron en siniestros en carretera. En los primeros ocho meses de 2024, ya hemos perdido 792 vidas en el asfalto y eso, sin tener en cuenta las víctimas en ciudades y los heridos en siniestros. Esto no es solo un número; son tragedias que devastan familias y comunidades enteras.
El alcohol y las drogas son factores determinantes, representando un 29% de las causas mortales. Esta situación demanda una acción inmediata y contundente por parte del sistema legal, que a menudo falla en proporcionar la protección y el apoyo que merecen las víctimas. Necesitamos una legislación que no deje espacio para la ambigüedad, que proteja la vida de los ciudadanos y que tenga una respuesta ejemplar ante estos hechos, sancionando a quienes eligen conducir habiendo consumido alcohol u otras drogas.
Este manifiesto demanda un cambio legislativo que refuerce la seguridad vial, salvaguarde la vida de los ciudadanos y ponga fin a la impunidad de quienes conducen bajo los efectos del alcohol y otras drogas y respalde y proteja a las víctimas. Es urgente y necesario crear un sistema de sanciones ejemplares que no solo castiguen, sino que prevengan futuras tragedias en nuestras carreteras. El derecho a la vida debe estar por encima de cualquier otra consideración.
PROPUESTAS:- Tolerancia Cero: Establecer un límite de 0.0% de alcohol y otras drogas para cualquier conductor. Cualquier nivel detectable deberá ser sancionado.
- Incremento de controles: Se necesitan más controles aleatorios y frecuentes, tanto en zonas urbanas como rurales, para garantizar el cumplimiento de la normativa.
- Sanciones más eficaces: Aumento de las multas, penas de prisión y retirada preventiva e inmediata del permiso de conducir en casos de siniestros graves.
- Retirada definitiva del permiso: En casos de reincidencia, el conductor deberá perder de forma permanente su derecho a conducir.
- Programas de sensibilización: Obligación de participar en programas de rehabilitación y educación vial antes de poder recuperar el permiso, en caso de infracción.
- Investigación policial y judicial obligatoria: En los supuestos de siniestros con víctimas la ley debe establecer la obligatoriedad de realizar una investigación, como en cualquier otro caso de lesiones o muerte, estando acompañadas las víctimas por el ministerio fiscal durante el proceso penal y recibiendo el apoyo y atención que requieren.