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01 de mayo del 2024. Día del trabajo

Carta abierta a la Secretaría de gobernación Luisa María Alcalde, Secretaría de Cultura Alejandra Fraustro, Sen. Susana Harp, titular de la comisión de cultura del Senado, Dip. Carlos Francisco Ortiz Tejeda, titular de la comisión de cultura del Congreso de la Unión y a la comunidad cultural, medios de comunicación y a la opinión pública en general.

 Nos dirigimos a ustedes para denunciar el sistemático abuso ejercido por parte de la Coordinación Nacional de Teatro en manos de Daniel Miranda Cano y la omisión consciente por parte del INBAL liderado por Lucina Jiménez, sus acciones rebasan el ejercicio sano del poder por parte de las instituciones y muestran un desempeño inescrupuloso de la función pública; así como también hacen un desconocimiento de la ciudadanía y la participación de la comunidad teatral nacional.

Levantamos la voz ante la rotunda negativa de pago y el desconocimiento de los trabajos realizados en el octavo congreso nacional de teatro, rompiendo los acuerdos realizados con la comunidad mismos que comprometen una suma de $232,000 de pago de honorarios de todos los talleristas, participantes, operadores y organizadores del octavo congreso que paradójicamente se trató sobre los derechos laborales de los creadores escénicos.

No podemos leer esta acción como otra cosa que un sabotaje a la participación en la democracia cultural de nuestro país y un ataque directo y frontal a los derechos de los trabajadores. Desconocen un congreso al que asistieron con la representación de Pablo Edén Tejeda, subdirector de enlace con los estados y Karla Martínez, donde dieron discursos sobre la colaboración y la suma de voluntades; que ahora dejan de manifiesto son palabras al aire.

Desde el cierre del año 2022 el comité electo del 8vo congreso nacional de teatro se reunió con Daniel Miranda con el fin de colaborar en las gestiones de la siguiente edición a realizarse en 2023, estas involucraban la gestión de la sede y el compromiso con recursos para honorarios de los participantes, mismos que la institución otorga año con año, dichos recursos según el subdirector de enlace con los estados serían entregados con un anticipo y un pago posterior al evento. 

Los primeros trámites de pago fueron realizados de mayo a junio, donde quedó entregada completa la papelería en digital y física, en tiempo y forma según el pedido de Jesús León, encargado del trámite por parte de la coordinación. Después de la última entrega realizada el 29 de junio en las oficinas del INBAL en CDMX, no obtuvimos comunicación por parte de la coordinación hasta el día 9 de agosto en el que se nos requirieron cotizantes que serían parte del proceso administrativo. Al día siguiente de esta petición, el 10 de agosto, Jesus nos comenta que habrá un cambio en la contratación sin dar mayor información hasta finales de agosto, a 30 días de la realización del congreso, donde se nos notificó que la forma de contratación iba a cambiar, que no sería posible tener el anticipo y que debíamos buscar recursos, mencionando que este, el Congreso Nacional de Teatro, “no es un proyecto de la coordinación”.

Ante esta aseveración, los recursos no otorgados comprometían la alimentación de todos los representantes nacionales quienes ya se encontraban realizando el propedéutico y tenían pasajes de avión a la sede, con la tentativa de cancelar el evento por falta de liquidez, solicitamos una reunión urgente con Daniel Miranda, en dicha reunión atribuyó todo a un problema de comunicación y confirmó la voluntad de colaboración y soporte del congreso nacional de teatro. 

El octavo congreso nacional de teatro se llevó a cabo gracias a las gestiones de nuestro equipo de alianzas estratégicas que obtuvieron a menos de tres semanas $230,000 pesos con los cuales se cubrieron la alimentación y gastos operativos, estos fueron aportados por otros organismos: el Buró de congresos y convenciones de la ciudad de Aguascalientes y el SEDECYT; fue gracias al trabajo del comité que pese a todo, el congreso siguió y sigue adelante ante el saboteo declarado de la coordinación.

A lo largo de más de 7 meses, hemos pasado por tres procesos administrativos de pago, mismos que cambian antes de la fecha límite de entrega y en todos los correos aducen la pérdida del recurso a no cumplir sus lineamientos, mismos que no han sido puestos con claridad, ni por escrito ni con fechas por parte de la institución.

En la última reunión el día Lunes 22 de abril, realizada con la presencia del subdirector del INBAL Hector Romero,  quien asistió en representación de Lucina Jimenez, misma que no se ha pronunciado en absoluto, Daniel aseveró que los compromisos serían cumplidos y que habría voluntad para apoyar el noveno congreso que ha estado en la incertidumbre desde finales del año pasado. 

Después de todo este tiempo, sin claridad y con largas ante nuestras peticiones, nos encontramos con la transición de gobierno enfrente y es hasta ahora que recibimos un correo de Daniel Miranda poniendo por escrito la negativa de pago. El día de ayer en el mismo correo donde niegan los compromisos de pago, adjuntan una propuesta de colaboración donde la coordinación se adjudica la programación de un espacio construido por y para la ciudadanía. Diciendo que toda persona que se presente en dicho espacio deberá designar en común acuerdo con ellos.

Denunciamos estos actos con la firme claridad de que esto es un sabotaje al proyecto que es el Congreso Nacional de Teatro México (CONATEM), mismo que nació en la muestra nacional de teatro como una petición de la comunidad y que año con año se ha sostenido por los comités votados por creadores y creadoras de teatro, que continúa creciendo y a la fecha ha logrado convocar a representantes de todo el país quienes hoy por hoy organizan sus congresos estatales rumbo al Noveno Congreso Nacional de Teatro.

El congreso es un ejercicio saludable para el teatro nacional, la cultural del país y las instituciones que lo incentivan, no podemos sentarnos a la mesa con funcionarios que no toleran la visión crítica e informada de la ciudadanas y ciudadanos que velan por sus derechos, que los enuncian y promueven. El dinero asignado a un proyecto no desaparece, ni se “pierde” solo. Daniel Miranda Cano le quitó los recursos al octavo congreso a sabiendas de que el trabajo ya había sido efectuado. Sin aviso, ni solicitudes de documentos claras, o procedimientos administrativos legítimos y viables. No nos parece casualidad que los tres congresos ocurridos durante su ejercicio en el cargo, han tenido que emitir comunicados públicos demandando que el susodicho cumpla los acuerdos ante un proyecto que se viene haciendo desde mucho antes que él estuviera en la función. La respuesta omisa de Lucina Jimenez habla de su acuerdo con las acciones de abuso realizadas por el coordinador. 

Exigimos lo siguiente:

• El pago de $232,000.00 de manera expedita a los participantes del congreso.

• Asegurar los recursos para la realización del noveno congreso, sin que ello implique la participación de la coordinación en la programación del mismo.

• La presencia del congreso en la muestra nacional de teatro, porque la comunidad merece conocer los avances de la participación ciudadana.

• Un procedimiento definido y claro para el seguimiento administrativo del congreso año con año.

• La participación de los representantes nacionales en las mesas de diálogo sobre temas que atañen a toda la comunidad como EFIARTES, la ley de mecenazgo, programas como EFI ESPACIOS y todo aquel espacio de diálogo que afecte los intereses de los creadores teatrales a nivel nacional.

Anexos:

Cronología

Cronología

Comunicados Previos CONATEM

¿Qué es el congreso nacional de teatro (CONATEM)?