Introducción
Génesis es el primer libro de la Biblia, y el primero de los cinco libros que escribió Moisés.
La palabra Génesis viene del idioma griego, y significa “los comienzos”. Su nombre en hebreo es B’reshit, que significa “en el principio”; y es que precisamente el libro de Génesis nos transporta hasta el principio de todas las cosas y nos lleva en un recorrido desde la creación del universo por la sola palabra de Dios, como lo indica también la Carta a los Hebreos (He. 11:3) hasta la muerte de José, el hijo de Jacob, pasando por sucesos tales como: La caída del hombre, el diluvio, el llamamiento de Abraham y su historia, y la de Isaac y la de Jacob, para desembocar en la formación del pueblo de Israel, conforme a la voluntad de Dios para que de esa nación surgiera el Mesías, el Salvador del mundo.
Es interesante advertir ya desde el Génesis la presencia de Jesús; de forma directa o indirecta se hace patente a lo largo de la narración, por ejemplo desde la creación, donde Él aparece como la palabra de Dios, creadora y sustentadora de todas las cosas y que se confirma en Juan 1:1-5 y Colosenses 1:15-17. También en Génesis aparece la primer profecía mesiánica (Gn. 3:15) en la que Dios presenta a Jesús como la simiente de la mujer que herirá a la serpiente en la cabeza. Así es como paso a paso la figura del Mesías se observa hasta presentarse como el León de la tribu de Judá (Gn. 49:8-12) en la profecía que da Jacob acerca de sus hijos.
Es pues este libro una pieza fundamental en la Biblia que nos introduce en el plan de Dios para la salvación del hombre.