En 1861, Benito Juárez decretó una moratoria, es decir, la suspensión provisional por dos años al pago de la deuda externa. Tres países acreedores reaccionaron enérgicamente contra dicha disposición del presidente Juárez, Francia, Inglaterra y España, mismos que a través del Tratado de Londres acordaron obligar a México a retirar la moratoria.
El texto anterior describe: