Para ello, nos gustaría ofrecer un servicio de supervisión grupal, entendiendo que la defensa del trabajo social debe construirse desde una práctica que garantice la defensa y promoción de derechos de las personas con las que trabajamos. Pero también desde el autocuidado de todos/as las profesionales que se enfrentan día a día a la compleja realidad que suponen los procesos de vulnerabilidad y exclusión, entre otros. 

En este sentido, la supervisión ofrece un espacio de reflexión y construcción conjunta destinado a la mejora de la práctica de la atención social gracias a la inteligencia colectiva y experiencias que aporta el grupo. 

Dado que se trata de la primera experiencia de supervisión que ofrece el Colegio, nos gustaría conocer alguna información importante para ofrecer un servicio que responda los intereses de la personas que estén dispuestas a participar.