1. En Isaías 52:13, el profeta evangélico es exaltado hasta lo sumo, pero más adelante su apariencia se ve desfigurada. (Pista: “En Isaías 52:13, el Siervo de Dios es exaltado en extremo; pero, de repente, el siguiente versículo describe su apariencia tan desfigurada que no puede ser reconocido como uno de los “los hijos de los hombres”. Lección del martes, párrafo 1). *