La competencia en los negocios es cada vez mayor y diferenciarse es más difícil. Diariamente debemos asumir retos empresariales que nos lleven a marcar la diferencia, para convertirnos en la primera y mejor opción de los consumidores. Más que competir por beneficios de nuestros productos y servicios, o generar ofertas en las que manipulamos los precios, el mundo de los negocios está recuperando lo auténtico y lo genuino. Por eso, en un mundo comercial tan competitivo, lo realmente trascendente se esconde en el ser, en la identidad auténtica para generar impacto en los negocios.