1. Mientras estuvo en la tierra, Jesucristo no necesitó cumplir los mandamientos porque él era Dios, en cambio, nosotros sí necesitamos hacerlo. (Pista: “No hay mejor ejemplo para seguir, ni más inspirador, que Jesucristo. Él conocía las Escrituras, y estuvo dispuesto a seguir la Palabra escrita de Dios y cumplirla”. Lección del lunes, párrafo 1). *