4. Dios desea que los que fueron predestinados para perdición se pierdan, y que los que fueron predestinados para salvación se salven. Para esto el Espíritu Santo trabaja incansablemente. (Pista: “Es su ferviente deseo que “todos” se salven y “vengan al conocimiento de la verdad”; “no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Ped. 3:9). |…| El Comentario bíblico adventista hace esta observación perspicaz sobre la pequeña palabra “sino”. La palabra griega para “sino” es alla. Se usa aquí para destacar “el contraste entre la tergiversación de la naturaleza de Dios, a saber, que podría querer que algunos perecieran, y la verdad de que él desea que todos sean salvos” (CBA 7:634)”. Párrafo 3). *