3. Aunque a la vista de los hombres Samaria era un lugar poco probable, el Espíritu Santo le mostró a Jesús que allí había corazones receptivos. (Pista: “Jesús vio lo que los discípulos no vieron: corazones receptivos. El relato de Juan sobre la historia de la mujer en el pozo comienza con estas palabras: “Salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea. Y le era necesario pasar por Samaria” (Juan 4:3, 4). Le era “necesario” a Jesús pasar por Samaria porque el Espíritu Santo le mostró que habría corazones receptivos en este lugar poco probable”. Párrafo 2). *