Santiago, 3 de octubre 2022 

Ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola Noguera

Ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana Guarello

Gobierno de Chile
Presente

Estimadas Ministras:

En este último año, hemos sido testigos del caos e incertidumbre que se vive en Afganistán, luego de que el Talibán tomara el control tras 20 años de estar fuera del poder. Pero una vez más, como es la tónica desde los inicios de los tiempos, las mujeres han sido las principales damnificadas, ya que perdieron los derechos sociales y económicos que con tanto esfuerzo ganaron en las dos últimas décadas. El Talibán impone una interpretación radical y restrictiva de la ley islámica que restringe notablemente los derechos de las mujeres.

En los últimos días, la situación que se vive en Afganistán ha empeorado, ya no solamente atentando contra las mujeres, sino también incorporando en sus objetivos a minorías étnicas y religiosas. El viernes 30 de septiembre se vivió un nuevo atentado en un centro educativo en Kabul, situado en el barrio Hazara de Dasht-e-Barchi, cuando un atacante suicida detonó los explosivos que portaba en el interior de un aula en la que cientos de estudiantes de ambos sexos participaban en un examen de práctica para las pruebas de acceso a la universidad. 

La Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (Unama) ha elevado este lunes a 53 la cifra de muertos, y a 83 la de los y las heridos(as). La escuela se sitúa en una zona en la que residen principalmente miembros de la discriminada comunidad étnica hazara y de la minoría religiosa chií. Además de por profesar esa rama minoritaria del islam, los miembros de esta etnia sufren discriminación por sus rasgos físicos, pues son de origen mongol. Los hazara son la tercera minoría del país, detrás de los pastunes y los tayikos, y constituyen alrededor del 10% de la población afgana. Según los datos de Unama, la mayoría de las víctimas, 46, son niñas y mujeres jóvenes. Esta misión de Naciones Unidas ha advertido que es probable que estos números continúen aumentando.

 Una de las grandes consecuencias en este tiempo, ha sido que los talibanes se han negado a reabrir oficialmente las escuelas de secundaria para niñas mayores de 12 años en la mayor parte del país, pero en ciudades como Kabul, algunas adolescentes han seguido frecuentando academias y centros privados como el que ha sido objeto del atentado de este viernes. Ya que ese es el riesgo que corren al buscar formas de continuar sus estudios.

Hoy chilenos, chilenas, afganos y afganas, nos unimos para usar nuestra voz junto a la de esas niñas, adolescentes, mujeres adultas y mayores y minorías étnicas y religiosas, que están a kilómetros de distancia pero con un mismo sentir que el nuestro ¡Basta ya de abusos y vulneraciones a los derechos humanos!

Es por esta razón que le solicitamos a nuestro Estado que nos represente y pueda comprometer acciones en dos líneas:

1.- A nivel internacional, que Chile condene los actos y apoye resoluciones que promuevan la intervención, el diálogo para asegurar y restablecer la no vulneración y resguardo de los derechos fundamentales de cada una de estas niñas, adolescentes, mujeres y minorías religiosas y étnicas.

2.- A nivel nacional, que disponga de los recursos legales, administrativos y económicos, para dar una respuesta rápida humanitaria para las personas que lo requieran. Además, de poder apoyar a la creación de una mesa de trabajo trisectorial donde podamos aportar como expertos(as), organizaciones de la sociedad civil y comunidad afgana en Chile.

Agradecemos a nuestro gobierno las acciones que en el pasado ya se han hecho con Cancillería, países amigos y Organizaciones de la Sociedad Civil para ayudar a evacuar de Kabul a mujeres líderes de organizaciones de DD.HH, pero ahora necesitamos poder colaborar en restablecer el orden, la paz y en especial, los derechos de estas personas y sus familias.

Esta causa es de todas las personas, súmate y adhiere… ellas y ellos nos necesitan. Asimismo, este sábado 8 de octubre, te invitamos a manifestarte en tus redes sociales bajo el hashtag #StopHazaraGenocide

Adhieren a esta carta: