4. Es posible poseer los dones espirituales sin antes haber recibido el Espíritu Santo. (Pista: “El derramamiento del Espíritu no fue recibido hasta que, mediante la fe y la oración, los discípulos se entregaron por completo a la obra de Cristo. Entonces, en un sentido especial, los bienes del Cielo fueron encomendados a los seguidores de Cristo. [...] Los dones ya son nuestros en Cristo, pero su posesión verdadera depende de nuestra recepción del Espíritu de Dios” (PVGM 263). *