2. Dios rechazaba la adoración de Judá porque eran culpables de violencia y opresión. (Pista: “Las mismas manos que ofrecían sacrificios y se extendían en oración estaban “llenas de sangre” (Isa. 1:15, NVI); es decir, eran culpables de violencia y opresión hacia los demás (1:15; 58:3, 4)”. Párrafo 1). *