Los padres, familiares, entrenadores que participan en el desarrollo deportivo de nuestros jóvenes jugadores deben tener la conexión justa y correcta, pero entendiendo que todas las partes han de proponer mismo tipo de acciones en beneficio del objetivo final que es el desarrollo integral como persona del deportista.

La implicación de las familias va mucho más allá del soporte logístico del día del partido. Nos traen a sus hijos para que durante unas horas a la semana puedan recibir formación complementaria a la que ellos activan en su educación. Su involucración es fundamental y no se merecen quedar excluidos.

Los entrenadores debemos formarnos y adecuar nuestras voluntades a lo que es realmente adecuado para que los deportistas progresen, disfruten y aprendan comportamientos para la vida.