Nosotras, nosotres, en medio de mil tareas escribimos o deseamos escribir. A veces escribimos diarios, anotamos frases en el celular o ideas entre listas de compras, actas o tareas pendientes. Pensamos en escribir nuestras historias rebeldes, dejar textos para nuestras hijas o sobrinas, narrar nuestras historias de lucha feminista y antiracista. Ensayamos escribir poemas con los enojos y dolores que buscamos sanar o esbozamos narraciones sobre el goce compartido en las calles. A veces escribimos imaginariamente en nuestra cabeza pero las oraciones se borran mientras nos quedamos dormidas del cansancio. Otras veces escribimos, pero nos cuesta compartir por miedo a ser juzgadas o lo descartamos porque sentimos que no refleja lo que realmente queremos decir. 

Esa experiencia ha sido la de muchas a lo largo de la historia, pero también muchisimas mujeres, lesbianxs, personas trans y no binaries han escrito y escriben, nos prestan sus palabras para que busquemos las nuestras y nos invitan a dejar registro de lo históricas que somos. Aunque nos han convencido de que hay que tener un don o talento especial para hacerlo, la escritura es una práctica social y desde nuestra experiencia feminista sabemos que puede ser potenciada por los desbordes de la lucha y puede sostenerse desde el goce y la trama.  

Buscaremos partir de nosotras y nosotres para decir en voz alta aquellos miedos que nos obturan y conectar con el deseo que nos mueve, para despatriarcalizar y descolonizar la escritura.La invitación es a ensayar y experimentar juntas/es, y a que durante los encuentros cada quien pueda ir elaborando un poema, un cuento, una crónica, un ensayo o una mixtura novedosa que le permita expresar y compartir una parte de su experiencia vital entramada con otras y otres.