La Educación Especial de CABA en Peligro

   Ante las circunstancias actuales, de permanentes planteos y tomando como se presenta muchas veces el término “el colapso” que atraviesa la educación pública en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que tiene como principal protagonista las políticas públicas de desinversión que impactan en el sistema educativo en su conjunto y que desde el sector de la Educación Especial, venimos denunciado mecanismos de financiación inadecuados e insuficientes, en relación con la inclusión educativa. Es verdaderamente doloroso asistir cotidianamente a las respuestas que dejan a las infancias,  a las juventudes y sus familias, al total desamparo. Dos años consecutivos en los que la modalidad comienza el ciclo lectivo con profundos conflictos que tienen como eje la desinstitucionalización y el vaciamiento. Dos ciclos consecutivos en los que los conceptos de conflictividad  que se instalan, son el desalojo, la expulsión y la demolición. Un desalojo que se materializa en la limitación en la edad para el egreso de los jóvenes de las escuelas de educación especial sin proyectos organizados en la formación permanente del adulto con discapacidad, el desalojo de la escuela N° 28 del Palacio Ceci como patrimonio histórico en la conformación de la cultura de la Comunidad Sorda, y la demolición de la sede del CEI 13, son componentes icónicos de 15 años de políticas de desabastecimiento violento de la Educación Pública en general y más específicamente de educación especial. El marketing está a la orden del día y esa es la jugada favorita para quienes esconden un desprecio total y absoluto por el padecimiento de quiénes antes que la escuela fueran ya excluidos de la sociedad. Para traer someramente algunos de los problemas que atañe a la inclusión educativa en intervenciones  en perspectiva de derechos. Existen  demandas que no pueden ser cubiertas por faltas de recursos y profesionales en educación, al igual que en el área de Salud Mental, para niñxs y jóvenes, en situación de necesidad de atención,  como simple  ejemplo de un sistema público que se desentiende de lo común- un Estado que tiene sus redes cortadas- Los Hospitales responden que tienen listas de espera interminables y Defensorías dicen no tiene herramientas para resolver las situaciones de vulneración de derechos, por nombrar someramente algunos de los problemas más acuciantes. Un estado sometido a quince años de políticas neoliberales cuyo objetivo es la transferencia al sector privado de aquellos derechos que debieran ser sostenidos como tales y no como bienes mercantilizados, lo que genera profundas exclusiones.Queremos decir que no es posible pensar en la inclusión, sin preguntarnos sobre los problemas sociales, políticos y económicos,  y  mucho más sin tener en cuenta sus efectos, la de vivir en una sociedad, que genera y crea condiciones para que haya sujetos para el descarte. Tampoco es posible pensarla sin replantear las condiciones materiales y simbólicas de los espacios en lo que se efectiviza dicha inclusión y frente a la realidad que es la única verdad, es harto evidente que la desinversión es la condición material a los que están sometidos los sistemas públicos educativos de la CABA.Quisiéramos acercar un análisis y posicionamiento político pedagógico que releve cuál la perspectiva que conmueve el hacer cotidiano, de quienes hacemos de la educación especial, una construcción democrática cuya función principal es la  de crear condiciones para la transmisión de marcas de la cultura, a partir de un conjunto de saberes y estrategias de un hacer pedagógico construido en el tiempo, junto a las transformaciones, que hicieron de la modalidad de Educación Especial, una intervención educativa específica.Estamos siempre dispuestxs a poner en revisión los supuestos de las prácticas en educación Especial, atentxs a la cultura de sus instituciones y a los avances en inclusión educativa, en el contexto de Leyes Internacionales y nacionales sobre Discapacidad, los movimientos y tensiones en el resto de la Argentina y  en  la región más próxima en América Latina. Pero no estamos dispuestxs a  permitir que se avasalle deliberadamente sobre derechos  de las y los trabajadores, sobre la previsibilidad laboral, dejando sin respuesta a las necesidades reales de lxs niñxs y jóvenes que están directamente ligados, como se dijo antes  a la falta de inversión y en ello al mejoramiento de las condiciones de enseñar y aprender, enredando a la sociedad y a quienes padecen determinadas condiciones , en un discurso meramente marketinero. Rechazamos toda modificatoria de normativas (RES 579 / DISP 32/39) que transforme a lxs trabajadorxs de la Modalidad en meros  "recursos de apoyo" a disposición, dicha “transformación es una clara uberización laboral lo que no solo  precariza las condiciones de trabajo sino que irrumpe en los derechos de lxs estudiantes en la intervención y acompañamiento en la trayectoria escolar, además de generar un vaciamiento de las escuelas especiales . Exigimos un plan integral que posibilite condiciones dignas para  que estudiantes y trabajadorxs ejerzan  los derechos de enseñar y aprender . Asimismo sostenemos que, lo que la dirección de Educación Especial denomina territorialización e inclusión debe sostenerse con más inversión  y no con el vaciamiento de las escuelas de la modalidad, y a costos que atentan contra las trayectorias de nuestrxs estudiantes. Nos quieren hacer creer que "la escuela especial”, es un espejo de problemáticas sociales tales como la exclusión, la segregación, la violencia y la discriminación.  La aparición de fuertes críticas a la escuela especial como modelo de atención educativa segregatoria para atender a los diferentes grupos de discapacidades, ha sido superada ya largamente a partir de la aceptación del principio de inclusión educativa que ha modificado el lugar y la organización de la educación especial formal como subsistema paralelo al de la educación común, para ubicarse como modalidad transversal a los niveles educativos.Hemos hecho lecturas de  trabajos críticos nos han enseñado que las identidades en las cuales nos incluimos, o de las que somos excluidos, no suceden en un vacío; por el contrario, son producto de la historia y de localizaciones particulares. Se trata de pensar cuáles son las formas de inclusión que ayudaran a resolver algunas de las injusticias actuales, que no son solo curriculares y didácticas. Debemos, como educadores del sistema educativo y como ciudadanos, asumir responsabilidades por las injusticias que se provocan. Muchas de las preocupaciones que aquí planteamos, se dan en el vaciamiento en el sentido político, social y económico; al menos en nuestra jurisdicción (CABA) este es uno de los reclamos que pueden escucharse y no son solo observaciones nuestras, sino que incluso pueden encontrarse o leerse en conclusiones realizadas por el Comité sobre los Derechos de las personas con discapacidad .Tenemos que poder pensar y  repensar a nuestra sociedad en términos más abiertos y móviles, con una vida democrática basada en la diversidad y la pluralidad de identidades, a la par que con derechos igualitarios para todxs. Reconociendo que el campo de la discapacidad, ha venido experimentando diversas transformaciones, particularmente en las últimas décadas del siglo XX y principios del XXI, como resultado del surgimiento de nuevas perspectivas y tendencias que proponen otros abordajes, junto a ampliaciones de derechos humanos.  La escuela especial como parte de un sistema educativo inclusivo,  en sus funciones de formación y socialización, atiende a los desafíos actuales respecto de la construcción de una sociedad plural, democrática y equitativa, lo sabemos y bregamos por una escuela que conciba su práctica educativa, superando los marcos conceptuales que pretenden dejarla bajo el dominio de la mera planificación tecnocrática y los resultados, medibles a corto plazo en la que el mercado corra de eje y desentrame el objetivo fundamental, el acceso y derecho a la educación. Trabajamos cotidianamente por una escuela que entiende de la  disposición de lo particular  con el aprendizaje, en la que  el modo de estar, de vincularse con el conocimiento y con los otros, podría ser singular, pero que de todos modos hacía adelante nos interesa ese incalculable porvenir… devolviendo así al vínculo pedagógico el carácter de aventura y desvelamiento del mundo. Hacer  lugar, alojar la  pregunta, anudada a la obligación pedagógica, buscamos cada vez, proyectar cómo se formula ese ofrecimiento, que es la de un marco que incluye el vacío como lugar necesario para permitir alojar la particularidad del sujeto y así darle la posibilidad de hacer y hacerse con los contenidos culturales. Educar, en ese contexto, constituye, un proceso de acogimiento hospitalario, una práctica ética interesada en la formación de la identidad de los sujetos a partir de una relación educativa en la que el rostro del otro irrumpe más allá del contrato y de toda reciprocidad; con lo cual se quiere expresar una relación no coactiva, democrática y negociada; una relación basada en una idea de responsabilidad que asumimos desde nuestra posición de adultos y educadores, pensando y permitiendo recorridos y trayectos educativos, que ofrezcan nuevos formatos más móviles y flexibles.  Nos importa pensar en las trayectorias escolares singulares y/o personalizadas, porque el CONCEPTO DE TRAYECTORIA introduce un CONJUNTO DE CONDICIONES que hacen a la cultura de las  INSTITUCIONALES - que el Estado debe garantizar-, al tiempo que interroga las condiciones del sistema mostrando cómo operan generando  prácticas   de  enseñanza   en   sus dimensiones pedagógicas, políticas y ética. Espacios y tiempos   de   práctica   reflexiva   crítica,   propositiva   ­en   el   sentido   transformador­, que faciliten una mayor congruencia entre las modalidades de generación del conocimiento y sus procesos de apropiación. Esta es la perspectiva que para nosotrxs tendría todo el interés en hacer énfasis. Como trabajadorxs de la educación organizados en la UTE seguimos afirmando que el sostenimiento y conformación de comunidades organizadas y solidarias es la clave para que las tramas vinculares arrojen por tierra toda  intervención en las que el neoliberalismo intente vulnerar derechos para transformarlos en mercancías. Sostenemos que no es el mérito individual lo que nos posiciona socialmente sino las construcciones colectivas en torno a interrumpir y desinstalar las barreras que instalan,  aquellos que solo tienen por objetivo  la dominación y el sometimiento de lxs otrxs.

Por lo antes expuesto :

Rechazamos todo intento de modificación normativa que instale retrocesos en materia de derechos para estudiantes y trabajadorxs.

Repudiamos toda acción violenta que genere desalojos y demoliciones. Exigimos la devolución del Palacio CECI a la comunidad educativa y a la comunidad de Personas sordas, como así también la asignación y puesta en valor de la sede para el CEI 13.

-  Exigimos la institucionalización con sedes  y POF propias de los CEI 7, 11, 13, 15 y 19.

-  Rechazamos todo intento de ruptura de las especificidades de intervención pedagógica y fusión de escuelas.

-  Reclamamos que se dé apertura a las   pasantías. Una vez más el ministerio de educación de la CABA abandona a lxs alumnxs de Educación especial suspendiendo dichas incorporaciones. Seguimos reclamando el cumplimiento de la ley 5.138 que prevé  la incorporación  de los pasantes a planta  permanente.  Reclamamos que el programa de pasantías sea coordinado por un equipo interdisciplinario dependiente de la Dirección de Educación Especial. Y se amplíen las posibilidades de espacios de trabajo.

-  Rechazamos toda acción que genere la expulsión de estudiantes del sistema educativo. Exigimos la creación de espacios educativos de la modalidad que garanticen la formación permanente del adulto con discapacidad.

-   Exigimos la recomposición de los transportes escolares necesarios para cada una de las instituciones de educación especial.

Exigimos que se realice la acción administrativa que titularice a lxs profesores de media del escalafón A amparados bajo la ley de titularización del 2022.

Exigimos la vuelta a actos públicos presenciales y  que en el APEL se incorpore la prioridad a lxs titulares de jornada simple en la toma de cargos de jornada completa como se realiza en las áreas de inicial y primaria e históricamente se usaba en Ed. Especial. Se solicita que en la aplicación del 4X1 (4 sin cargo por uno con cargo) en los actos públicos de interinatos y suplencias exista continuidad de dicha cadencia y se priorice la calidad de título.

-  Se interpongan las medidas sanitarias necesarias para prevenir y evitar el Dengue.

-  Se realicen las acciones necesarias para sacar de las escuelas los restos o las  construcciones que contengan   asbesto.

-  Exigimos que la reglamentación del cargo de ACDM se realice con las observaciones e intervenciones de lxs trabajadorxs del sector. Asimismo sostenemos que es indispensable incrementar los cargos de coordinadorxs zonales e incorporar el cargo de  secretarix zonal,  dada la gran cantidad de tareas administrativas lo que genera una sobrecarga laboral y relega el trabajo netamente de intervención pedagógica. Seguimos exigiendo una recomposición salarial con el incremento de los puntos índice de cargos de JS y JC. Creemos que es fundamental la incorporación de formación y capacitación en servicio específico para el cargo.

-  Exigimos la Jerarquización salarial para los cargos de EPSE.

-  Viáticos para todos aquellos cargos que impliquen movilidad.

-  Exigimos la accesibilidad a todas las plataformas como así también de todos los sistemas  que hoy son un obstáculo para alumnos y docentes lo que atenta contra el derecho a la autonomía.

 

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