RESUMEN DE TEMAS TRATADOS EN EL VIDEO

- “Que toda lengua confiese que Jesús es Señor para Gloria de Dios Padre... Y al nombre de Jesús se doble toda rodilla. Porque Dios lo exaltó y le otorgó el Nombre que está sobre todo Nombre” (Filipenses 2, 9-11) - Importancia del servicio en el Reino de Cristo y la oración en nuestras vidas (Jn 13,14).

Jesús quiere ser el Señor de tu vida, para aquello hay que dejar el camino malo y comprometerse, creerle a Jesús, él es mi Señor. Es entregarle al Señor: los hijos, esposo, esposa, padre, madre, familiares, amigos, estudios, trabajos, salud, enfermedad, riqueza, pobreza, sexualidad, emotividad, casa, negocio, vida política, social, imaginación, memoria, ojos, oído, manos, pies, pensar actuar, Señor te entrego toda mi vida. (Filipenses 2, 9-11).
El Papa Francisco nos ha dicho:¨ El Cristiano tiene que ser una persona descentrada de si mismo...¨ es decir nosotros no tenemos que vivir para nosotros mismos, servirle a nuestro ego; sino mas bien, tener a Jesús en el centro de nuestras vidas, nosotros girar en torno a El, en todos los aspectos, por que El es el Señor de toda nuestra vida.
“Entonces se enderezó y le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado?» Ella contestó: «Ninguno, Señor.» Y Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar.” (Jn 8,10-11).
Jesús es el Señor de nuestros errores de nuestros pecado, todo lo nuestro esta bajo su autoridad.
“Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar.» Contestaron: «Vamos también nosotros contigo.» Salieron, pues, y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Al amanecer, Jesús estaba parado en la orilla, pero los discípulos no sabían que era él. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo que comer?» Le contestaron: «Nada.» Entonces Jesús les dijo: «Echen la red a la derecha y encontrarán pesca.» Echaron la red, y no tenían fuerzas para recogerla por la gran cantidad de peces. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Simón Pedro «es el Señor.» Apenas Pedro oyó decir que era el Señor, se puso la ropa, pues estaba sin nada, y se echó al agua. Los otros discípulos llegaron con la barca —de hecho, no estaban lejos, a unos cien metros de la orilla; arrastraban la red llena de peces.” (Jn 21,3-7).

Jesús es el Señor de la naturaleza, ella, esta al servicio del Reino de Cristo, la naturaleza obedece su Palabra sus ordenes, y nosotros estamos llamados a hacer lo mismo.